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Real Madrid 4-4 Real Sociedad. La épica del Bernabéu se muda a la Copa

Los jugadores del Real Madrid celebran el gol anotado por Rüdiger ante la Real Sociedad

Real Madrid y Real Sociedad honraron la competición con un partido que tuvo de todo y que se acabó decidiendo en la prórroga tras el gol decisivo de Rüdiger

El fenómeno paranormal que merodea por las noches en el Santiago Bernabéu no es exclusivo de la Champions League. Y con el partido de Copa entre el Real Madrid y Real Sociedad lo demostró. Un partido que los blancos ganaron y perdieron varias veces se terminó decidiendo en la prórroga con un gol de uno de esos de los que nunca dejan de creer, Antonio Rüdiger.

La Real comenzó el partido con ganas y buscando no desprenderse de un estilo que, a pesar de que los resultados no están acompañando demasiado este año, sí hace que sean un equipo muy reconocible. Sacando el balón jugando desde atrás, proponiendo fútbol de ataque y sin complejos. Sin embargo, atrás dejaba amplios espacios que, con delanteros como Vini, Rodrygo y Endrick, pueden ser mortales. En una de esas, a punto estuvo Endrick de marcar el primero de la noche, con una chilena dentro del área pequeña que se marchó fuera por poco. Avisaba de lo que estaba por venir el 16.

Sin embargo sería el conjunto txuriurdin los primeros en golpear. Balón largo que peinaba Pablo Marín, Lucas Vázquez perdía su marca y por ahí aparecía Barrenetxea para batir por debajo de las piernas a Lunin y empatar la eliminatoria. Sería la chispa necesaria para terminar de despertar a los blancos.

En el minuto 29 llegaría el momento de Endrick. Vinicius arrancaba por banda izquierda, veía el desmarque de su compatriota y le daba un pase de exterior solo al alcance de muy pocos jugadores en el mundo. Endrick recibía, encaraba a Remiro y, sin ponerse nervioso, realizaba una vaselina sensacional para poner el empate en el marcador. El Bernabéu enloquecía con su ariete y este lo celebraba marcándose un baile al lado del banderín de córner.

Si juegas con fuego… no te quemas si te llamas Real Madrid

A la vuelta del descanso, daba la sensación de que solo un equipo quería ir a por el partido: la Real Sociedad. Los de Imanol salieron con fuerzas renovadas y empezaron a llevar peligro a la meta de Lunin. En el 69′ avisaba el cuadro vasco con un remate de Zubimendi a la salida de un córner al que respondía el ucraniano con una excelente intervención.

Y solo dos minutos después sería Aramburu el que llevaría el silencio al coliseo blanco. Jugada personal del lateral centro atrás y Alaba se introducía el balón en su propia portería. No terminaría ahí el aviso realista, porque solo 9 minutos después sería Oyarzabal el que remataría de nuevo dentro del área blanca, el balón golpeaba de nuevo en Alaba y Lunin no podía atraparlo. Enmudecía de nuevo el Bernabéu y estallaban de júbilo los aficionados de la Real desplazados a Madrid.

El problema para el equipo vasco es que jugaban en el Bernabéu. Y de noche. Poco más que decir. Un minuto tan solo le hizo falta a Vini para marcharse de su defensor, poner un centro perfecto atrás y aparecer como un verdadero ‘killer’ del área Jude Bellingham para marcar y llevar el delirio a las gradas. Y 5 minutos más tarde, sería Tchouameni el que remataría dentro del área un córner y dar la vuelta a la semifinal.

Con lo que no contaban en el estadio madridista es con que su equipo volviera a dormirse y en el 94′ Oyarzabal terminara rematando a gol una falta botada por Sergio Gómez que Lunin no acertó a despejar de puños. El partido se iba a la prórroga con todos los jugadores exhaustos.

En el tiempo extra la Real empezó a notar el tremendo esfuerzo realizado y Vinicius parecía seguir teniendo energía para jugarse tres o cuatro prórrogas más. Solo podían pararle a base de faltas, como la que cometió Olasagasti que le supuso una cartulina amarilla que tenía un color más rojizo. Lo siguió intentando el equipo de Ancelotti y en el 115′ llegaría el premio de la locura.

Centro perfecto desde el córner de Arda Güler y en el primer palo se elevó por encima de todos Antonio Rüdiger para poner el increíble 4-4 en el marcador. El Madrid lo había vuelto a hacer. El Bernabéu volvió a llevar a su equipo en bolandas hacia una victoria que les clasifica para una nueva final de Copa. Habrá Clásico o derbi madrileño en la final de Sevilla. El Madrid ya espera rival.

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