El Real Madrid logra una importante y trabajada victoria ante un CD Leganés que llegó a ir 1-2 en el Bernabéu. Bellingham y Mbappé marcaron los goles madridistas
Al Real Madrid no se le suele dar bien los partidos siguientes a un parón internacional y este sábado volvió a demostrarlo. El empuje del CD Leganés a punto estuvo de costarle puntos en una pelea por la Liga en la que parece que el FC Barcelona no va a aflojar el pie del acelerador. Bellingham primero y Mbappé después fueron los encargados de sofocar la rebelión pepinera.
Volvía el fútbol al Santiago Bernabéu tras el parón de selecciones y, como era de esperar, Ancelotti presentó un equipo cargado de rotaciones. Ninguno de los sudamericanos empezaban de inicio y el italiano daba la alternativa a Güler y Brahim acompañando a Mbappé.
La estrategia le funcionó al Real Madrid, al menos durante la primera media hora, con un Brahim muy activo y conectando bien por dentro con Bellingham y el 9 francés. Empezaban a sucederse las ocasiones de peligro y la figura de Dmitrovic se engrandecía, con varias paradas de mérito a los disparos de Mbappé.
En el minuto 30 llegaría la jugada polémica del encuentro. Un balón de Brahim encontraba dentro del área a Güler, que al sentir el contacto de Óscar Rodríguez caía derribado y González Fuertes no dudaba en señalar la pena máxima. Sería Mbappé el encargado de disparar y marcar, de panenka, su gol 21 en lo que de Liga.
Parecía que el fútbol le tenía guardado una sorpresa al equipo pepinero, porque solo 2 minutos más tarde una contra guiada por Rossier, muy presente en la parcela ofensiva durante toda la primera parte, hacía que el balón le llegara dentro del área pequeña a Raba, este remataba en semifallo y en el segundo palo aparecía Diego García para poner el empate en el marcador.
Pero no acabaron ahí las sorpresas en el Bernabéu, ya que en el minuto 40 una jugada calcada a la del primer gol pero por la zona izquierda del ataque del Leganés hacía que el balón le volviera a llegar a Dani Raba dentro del área pequeña para, esta vez sí, conectar un buen remate y poner el sorprendente 1-2 con el que mandaba ‘a dormir’ a los aficionados madridistas. Tocaba remontada si querían seguir luchando por la Liga.
Ancelotti tuvo que tirar de Vini y Rodrygo
Con el comienzo de la segunda mitad, el Real Madrid entendió que jugando así no iba a ser capaz de ganar un equipo con las ideas muy claras como el de Borja Jiménez, así que arrancaron con una marcha más. El efecto en el marcador fue inmediato, ya que cuando solo habían transcurridos dos minutos del segundo acto, una serie de rechaces y paradas de Dmitrovic dejaban el balón suelto en el área pequeña y por ahí aparecía para rematar Jude Bellingham y poner el empate.
A partir de ahí, el monólogo blanco fue total, conscientes de que solo valían los 3 puntos si querían seguir la estela azulgrana en lo alto de la clasificación. Tanto fue así que Ancelotti no lo dudó y sacó de su descanso a Vini y Rodrygo. Los brasileños lo intentaron de todas las maneras pero el gol se resistía.
Los aficionados blancos tuvieron que esperar hasta el 75′ para volver a ver a su equipo por delante en el marcador. Una arrancada de Rodrygo era frenada por Renato Tapia en la frontal del área. El peruano se quejó ostensiblemente al colegiado por la falta señalada ya que daba la sensación de que solo había tocado balón. Por vicisitudes del fútbol, esa ocasión fue aprovechada por Mbappé para en una jugada ensayada marcar el primer gol de libre directo de su carrera y el 21º de la temporada en el campeonato doméstico.
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