El medio turco aprovechó la titularidad que le concedió Carlo Ancelotti y comandó a su equipo para seguir soñando con la Liga 37ª.
A pesar de que prácticamente todo el madridismo está pensando en la próxima temporada, hay un jugador que todavía quiere seguir apostando por los últimos coletazos de esta campaña. Ese jugador no es otro que Arda Güler. Después de sus buenos minutos en la final de Copa del Rey, Ancelotti le concedió al turco la titularidad y este no la desaprovechó. Tremendo partido, con golazo incluido, que hace que el madridismo siga pensando que es posible arrebatarle uno de los títulos al FC Barcelona.
Con toda la vorágine que rodea ahora mismo al entrenador del Real Madrid, Ancelotti decidió apostar por un once de garantías ante un Celta de Vigo que se presentaba en la capital con posibilidades reales de meterse en Europa el año que viene. Defensa de circunstancias con Asencio y Tchoaumeni pero rombo en el medio con Bellingham, Ceballos, Güler y Valverde.
Arrancó el Real Madrid con otra cara diferente a la mostrada en los últimos choques, mucho más eléctrico y con combinaciones precisas en espacios pequeños. Y en ese escenario, Güler se mueve como pez en el agua. Avisó con un remate espectacular de tijereta que se marchó desviado.
A la media hora de encuentro llegaría la confirmación de que hoy iba a ser un gran día para Arda. Un balón suelto lo cazaba el 16 blanco, para haciendo valer su espectacular pierna zurda, poner el balón en la escuadra y abrir el marcador con un golazo.
No se conformó Güler y siguió mostrándose tremendamente participativo en la zona de creación blanca, siendo el más destacado de la primera mitad. Se cerraría el primer acto con un gran contraataque que era finalizado por Kylian Mbappé con un disparo potente desde la frontal ante el que nada podía hacer Vicente Guaita.
Mbappé se reencuentra con el Bernabéu
Después de unos últimos partidos complicados, con sanciones, pitos y reproches incluidos, Mbappé por fin volvió a ver puerta en el Bernabéu. Los pitos se acallaron definitivamente en el templo blanco cuando, en el minuto 48 tras un gran pase de Güler, definía con la calidad que le caracteriza y ponía el 3-0 en el electrónico. Los gritos de ánimo al francés volvían a retumbar en Madrid.
Arda Güler siguió dejando muestras de su enorme calidad durante toda la segunda mitad y pudo marcar su doblete en el minuto 56 tras una gran combinación con Mbappé que acabó con una gran parada de Guaita.
Según iba pasando la segunda mitad, el Madrid entró en la clásica relajación de cuando tiene el resultado controlado, lo que fue aprovechado por equipo vigués para adelantar líneas y recortar distancias gracias al tanto de Javi Rodríguez a la salida de un córner.
Los quince minutos de magia de Iago Aspas
Con la entrada en el campo de Iago Aspas, los célticos creyeron más aún y, en el primer balón que tocó el príncipe de las bateas, dejó un pase digno de un jugador de su talento para dejar solo a Williot ante Thibaut Courtois. No falló el sueco y el murmullo que parecía acallado volvió a resurgir con más fuerza que nunca. Ese murmullo a punto estuvo de convertirse en una pitada de época si Pablo Durán llega a acertar el 1 contra 1 que tuvo contra Courtois. El belga se hizo grande, detuvo el lanzamiento, el balón se coló debajo de sus brazos pero la fortuna se alió con el guardameta y pudo atrapar el esférico antes de que se colara en la portería.
Al final el marcador no se movió más y lo que debería haber sido una tarde tranquila para el madridismo volvió a dejar un sabor amargo que no deja todas las buenas sensaciones que debería de cara al Clásico de la semana que viene en el que se jugarán todas sus opciones por conseguir su Liga 37ª.
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