Los blancos volvieron a poner de manifiesto sus carencias ante un rival importante y fueron avasallados por un Liverpool eléctrico.
La figura de Vinicius JR en el Real Madrid es mucho más relevante e imprescindible de lo que sus aficionados esperaban. Y eso se demostró durante todo el partido ante el Liverpool, con un equipo que apenas creó peligro sobre la meta de Kelleher y que se dejó atropellar por la escuadra inglesa, ahora mismo el conjunto más en forma del fútbol europeo. Mbappé, que falló un penalti cuando el Liverpool ganaba 1-0, volvió a desaprovechar una excelente oportunidad para ser el jugador decisivo que todos los madridistas esperan que sea.
Carlo Ancelotti se presentaba en Anfield con el mejor once posible dadas las circunstancias. Valverde repetía de lateral, Asencio acompañaba a Rüdiger en el centro de la defensa y Brahim y Güler flanqueaban a Mbappé en la punta de ataque. Un equipo rápido que durante toda la primera mitad se esforzó en dificultar las transiciones rápidas del Liverpool, seña de identidad de los de Arne Slot.
En el minuto 3 estuvo a punto de saltar el plan por los aires. Una pérdida de concentración de Mbappé en campo rival provocó uno de esos contraataques vertiginosos, iniciado por Mohamed Salah y finalizado por Darwin Núñez. El disparo del uruguayo se topó con Courtois y en el rechace a punto estuvo Asencio de marcarse en su propia portería. Primer strike de los locales.
El segundo strike llegaría en el minuto 22, con una rápida acción en ataque del Liverpool que terminó con Darwin rematando a bocajarro. Una vez más, volvió a aparecer el meta belga e intervino para evitar el primer gol del partido.
Mac Allister, Gravenberch y Jones iban haciéndose con el centro del campo según pasaban los minutos y eso siempre es un problema para sus rivales. En una gran combinación por dentro, en el minuto 33 Mac Allister bombeó un balón exquisito para Darwin, que realizó un gran remate de cabeza pero el resultado volvió a ser no satisfactorio para el delantero y el balón salió rozando el palo.
Eran los mejores minutos del conjunto inglés y el Real Madrid se limitaba a tratar de defenderse cerca del área y salir con velocidad al contraataque. Necesitaba el descanso el conjunto blanco.
Mac Allister, partido de súper estrella
Tras la reanudación, el Liverpool entendió que tenía que seguir con el plan establecido y ahí siguió apareciendo Alexis Mac Allister. El argentino estuvo tremendamente inspirado durante todo el encuentro y quiso demostrar todo su potencial mostrando sus mejores virtudes.

Primero con un pase perfecto a la entrada en diagonal de Bradley, que remató de cabeza y obligó a Courtois a volver a aparecer con una soberbia parada abajo. Solo tres minutos después, en el 52’, el número 10 de los reds volvió una vez más loca a la defensa madridista, hizo una pared perfecta con Bradley y conectó un perfecto disparo cruzado al que no pudo llegar el meta belga.
Las malas noticias no terminaban ahí para los blancos, ya que la plaga de lesiones volvía a aparecer y se cebaba en esta ocasión con Camavinga, que estaba siendo sin duda el mejor del Real Madrid. Entró en su lugar Lucas Vázquez, que en la primera acción que tuvo ya sacó petróleo. El gallego recibió dentro del área, recortó a Robertson, el escocés le pisó y el árbitro no dudó en señalar penalti. Oportunidad para que Mbappé recuperara confianza. Oportunidad que el francés erró. El disparo fue muy centrado y Kelleher acertó a detenerlo.
Parecía que el partido se le ponía más cuesta arriba todavía al Real Madrid cuando un contraataque del Liverpool llevaba el balón a su jugador más talentoso. Mohamed Salah encaraba a Mendy, que caía en la trampa y le derribaba dentro del área. Penalti claro. No había duda de que sería el egipcio quien asumiera la responsabilidad, pero en esta ocasión salió cara para los blancos y el delantero lo lanzó fuera. Respiraba el Madrid y respiraba el lateral francés, que se marchaba sustituido en la siguiente jugada.
El Liverpool se seguía esforzando en robar todo el aire disponible a los blancos, con un juego de ataque incisivo y creando muchas ocasiones. La defensa madridista se mantenía firme hasta que en el minuto 76 tuvo un grave fallo de concentración. Un saque de esquina ensayado llevó el balón directo a la cabeza de Gakpo, que remató completamente solo para poner el 2-0 en el marcador. Golpe devastador para los blancos, del que ya no fueron capaces de levantarse.
Tercera derrota en cinco partidos de los de Carlo Ancelotti que les deja tremendamente tocados y una sensación de que en los partidos grandes de la temporada (Milan, Barça y Liverpool) el equipo no ha sido capaz de competir de tú a tú con los grandes de Europa. El Liverpool, por su parte, se confirma como el equipo más en forma del continente y consigue un pleno de victorias espectacular y desplegando un juego fantástico.
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